El Gobierno cerró la puerta a la posibilidad de negociar el pago de un bono de fin de año

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Desde su visión económica que se extiende al mediano plazo, la Casa Rosada considera hoy el escenario laboral sobre dos ejes: no hay una realidad que amerite disponer el pago de una gratificación excepcional en el cierre del año y tampoco estudian la alternativa de eximir la quita de ganancias sobre los sueldos anuales complementarios.

Por Luis Autalán

“No tenemos nada que agregar a lo ya dicho, la pauta salarial se establece desde las negociaciones colectivas”, reseñó una fuente del Ejecutivo en diálogo con periodistas al tiempo que recordó el promedio del 29,7% en las últimas paritarias.

Para ese tópico consignó también a partir de una sutil ironía que “este año las paritarias tuvieron su piso, ya que nadie firmó por menos del 28%”. Dentro de tal realce, a la visión del Gobierno, un hipotético análisis sobre el peor de los escenarios de la economía vislumbrará que los sueldos terminarán empatados con los incrementos de precios, “por primera vez en diez años”.

Sin perjuicio de considerar que las palabras de un dirigente sindical considerado por el oficialismo, como el jefe de la CTA, Hugo Yasky, no tuvo reparos en considerar que esta vez la suba de precios le sacará ventaja a las energías y consistencias de los sueldos.

Bajo la premisa de “dejar jugar” las negociaciones que empresa por empresa o sector por sector arriben al acuerdo por una gratificación adicional, el Gobierno recordó también que los bonos están integrados a las negociaciones y convenios homologados ante la cartera a cargo de Carlos Tomada. Bancarios, Alimentación, Smata, Mercantiles son algunos ejemplos que subrayan para separar “lo que se considera un beneficio propio de la negociación articulada” de cualquier medida oficial que abarcara a todo el segmento de trabajadores.

“No hay situación de crisis o estallido inflacionario que amerite ninguna medida de ese tipo”, aseguran.

El abanico de datos que maneja la Casa Rosada abarca desde lo que se considera como mediciones poco serias de la inflación; la “impresentable” suma de artillería contra el modelo que se disparó en en el reciente coloquio de Idea y la constante de los medios periodísticos a los que consideran sentando raíces de lo que esperan para el país cuando termine su mandato Cristina Fernández. Al contrarrestar cifras, ofrecen la medición del empleo registrado que realiza el ministerio de Trabajo de la Nación, que en el último mes registró una suba del 0,1% y la comparación con septiembre de 2013 que ofreció el cero como resultante. Los datos surgen de la encuensta sobre Indicadores Laborales que realiza Trabajo desde 1996 a la fecha, el cual integra a 2.300 empresas de 8 centros urbanos de alto impacto en la actividad y producción de todo el país.

Admiten que en esos guarismos influyen las suspensiones, sobre todo en el sector automotriz, que alcanzaron picos máximos en agosto y se venían apreciando desde mayo. Ponderan además cierta “cautela” empresaria, con decisiones paralizadas a la espera de otros vientos, sin lugar a dudas con el foco en la trama de la disputa del Gobierno con los holdouts.

“De cualquier manera estamos lejos de los peores momentos de la crisis de 2009”, reseñó la fuente. En la lectura para el escenario del empleo al que admiten como inédito dentro de la década ganada, considera que el foro empresario de Mar del Plata dejó en claro que tuvo letra y música de los que aguardan y se desesperan por la entrega de la banda y el bastón presidencial a manos más simpáticas del liberalismo.

Fuente: texto publicado por Diario BAE (29/10/2014)