Estafas piramidales y a través de desarrollos inmobiliarios: posibilidad de la víctima de recuperar el bien

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Las estafas piramidales se observan en innumerables inversiones, entre ellas los desarrollos inmobiliarios. El Dr. Marcos Sequeira analiza este tipo de estafas e incluso la posibilidad de la victima de recuperar el bien objeto del ilícito.

I – INTRODUCCIÓN

No solo en la Provincia de Córdoba, sino también en gran parte del territorio nacional, se vienen sucediendo las estafas mediante el sistema denominado piramidal. La cantidad de damnificados sube a la par de los importes que, en la mayoría de los casos, ascienden a cifras millonarias. De acuerdo con la investigación, los supuestos inversores aportaban dinero a cambio de una retribución mensual en concepto de intereses de aproximadamente entre el 30 y el 50 por ciento, pero en realidad no lograban recuperar nunca su dinero. Sobre el modus operandi de estas bandas, generalmente entre el primer y el segundo mes se pagaba ese interés, lo que provocaba que la gente, confiando, le comentara la oportunidad a un pariente, a un amigo, a un compañero de trabajo para que se pudieran sumar a este beneficio. Luego de que otras personas ingresaran al esquema depositando su dinero, el inversor inicial dejaba de recibir suma alguna y terminaba perdiendo todo el capital invertido, más los “intereses prometidos”.

Desafortunadamente, en muchos de los casos que se han dado a conocer, han participado profesionales de distintas ciencias (contadores, abogados y escribanos, básicamente), razón por la cual, no solamente se vulneró el patrimonio y la propiedad de los “inversores”, sino que además se facilitó la comisión de los delitos en virtud de la “confianza”. Esta confianza se aumentó contratando a figuras públicas, generalmente actores o actrices, para que publicitaran el “negocio”.

suscrpción impuestos

Las estafas empleando el mecanismo piramidal no son las únicas que han tenido ocupada a la justicia provincial durante los últimos años. También tuvimos múltiples estafas de “desarrollistas inmobiliarios” que, entre otras cosas, vendieron 3, 4 o más veces el mismo inmueble.

Yendo un poco más atrás en el tiempo, se perpetró una megaestafa, conocida como las “estafas del Registro de la Propiedad”. Durante más de seis años, los ladrones “inventaron” un método para quitarles a sus dueños más de 3000 propiedades sin disparar ni un solo tiro. Arrancaban la hoja con el asiento dominial de un inmueble -un campo, un terreno o una casa- del protocolo del Registro General de la Provincia, lo reemplazaban por uno falso, a nombre de un testaferro, volvían a coser el libro de actas y hacían una escritura falsa a nombre del nuevo titular. Así, por ejemplo, se apoderaron, en 2005, de un campo de 13.000 hectáreas en Lucio V. Mansilla, valuado en $ 2.000.000, y lo vendieron sin que sus legítimos dueños lo advirtieran. Según determinó la investigación judicial, participaron de la maniobra escribanos, abogados y empresarios inmobiliarios; muchos de ellos integrantes de las familias más tradicionales de esta Provincia, además de empleados de esa dependencia (incluyendo al exdirector del Registro) y obreros o desocupados que fueron utilizados como testaferros por la organización.

Este último caso se inscribe dentro de la gran cantidad de estafas perpetradas por supuestos desarrollistas inmobiliarios. Hay casos donde el mismo bien se vendió más de 4 veces y ninguno de los compradores de buena fe, ni siquiera el primero, pudo recuperar algo.

Hay aspectos en común entre los delitos mencionados. Pasamos a señalar los que resultan de interés para este trabajo:

  1. La participación de profesionales universitarios. Contadores, abogados, escribanos, etc.
  2. La participación de funcionarios públicos que, en ejercicio de sus funciones, coadyuvaron con la perpetración de los delitos.
  3. Es de suponer que nunca se conocerá la magnitud de las estafas, ya que muchos de los “inversionistas” emplearon “dinero negro”.
  4. Salvo muy puntuales excepciones, los damnificados por estos delitos no lograron recuperar un solo peso, ya que, prácticamente, la totalidad del dinero y de los demás bienes recuperados por el Estado pasaron a su dominio.
  5. ¿Los delincuentes deben determinar y pagar los impuestos que supuestamente correspondan, como consecuencia de los delitos cometidos?

Si bien haremos algunos comentarios sobre todas las casuísticas mencionadas, pondremos especial énfasis en la ubicada en cuarto lugar: la imposibilidad de obtener aunque sea una parte del dinero o los bienes que les fueron sustraídos a las víctimas.

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