Guerra Rusia-Ucrania: ¿Qué tienen para opinar los profesionales en ciencias económicas?

por

Silvia Giordano y Martín Kerner

Es difícil hablar de temas contables puramente técnicos cuando tenemos un triste conflicto geopolítico de tremendas consecuencias humanitarias. Es imposible no pensar primero en repudiar las acciones bélicas, rogar por la paz y tratar con respeto y compasión a la comunidad atacada.

Desde Argentina la guerra parece lejana. Sin embargo, como profesionales en ciencias económicas, nos puede tocar de forma más cercana de lo que quisiéramos. Si bien no nos afecta en forma tan generalizada como fue la pandemia por Covid.19, es posible contar con algún cliente vinculado comercial o patrimonialmente a esa región, o los clientes o proveedores de las empresas que atendemos. Este mundo globalizado nos une mucho más de lo que pensamos y nos pone alertas respecto de las consecuencias que puede tocarnos de cara a este conflicto.

A diario leemos y escuchamos sobre las sanciones internacionales. Como profesionales tenemos que entender los principios básicos de este tema ya que pueden afectarnos en el ejercicio de nuestra profesión. El mundo está imponiendo un complejo esquema de sanciones a Rusia, a sus empresas y ciudadanos. Este esquema, es dinámico y aumenta día a día en forma exponencial: en el año 2020 hubo 70 sanciones internacionales; en la última semana de febrero, 700 sanciones, y hasta los primeros 10 días de marzo, más de mil. Y así sigue.

Las sanciones internacionales que podrían imponerse son de dos tipos: bloqueo generalizado a un país o bien dirigidas a sectores, entidades o individuos específicos. Actualmente se están aplicando las segundas. Estas sanciones, en comparación con las de bloqueo generalizado a un país, son más complejas y difíciles de cumplir.

Ello así porque deben ser cumplidas por los ciudadanos de los países que sancionan, principalmente Estados Unidos, Reino Unido, la Comunidad Europea, Australia y Japón entre los más relevantes. En Argentina, no ha habido, hasta ahora, emisión alguna de sanciones pero, ¿y si yo poseo “doble ciudadanía”, será que me afecta? Pues sí. Hay que cumplir con las normas de los dos países donde uno es ciudadano porque quien debe cumplir las sanciones son los ciudadanos de esos países sancionatorios. En el caso bajo análisis, la lista de sanciones incluye tanto a personas físicas como a sociedades, todas en general de nacionalidad rusa o vinculadas a la economía rusa.

Estas sanciones pueden conllevar bloqueo de bienes, prohibición de ciertas transacciones, exclusión de operaciones con ciertas entidades financieras, prohibición o restricción de otorgar financiación, restricciones a las exportaciones y al comercio internacional en general, entre otras. Y las consecuencias de no cumplirlas incluyen multas, pérdida de negocios, temas penales y, por supuesto, daño reputacional.

Frente a una sanción que nos afecta, hay que cumplirla inmediatamente. Por ejemplo; dejar de atender un cliente cuyos dueños están sancionados. Cuando la sanción nonos afecta directamente, pero me vinculo con alguien que otra jurisdicción sancionó, el tema ya pasa a ser de criterio profesional porque el eventual daño a remediar será el reputacional.

Estas circunstancias nos llaman a revisar nuestra cartera de clientes y las relaciones que nuestros clientes tienen, a su vez, con terceros sancionados, ya sea porque son sus financiadores, sus dueños, sus clientes o sus proveedores.

Si identificamos alguna de estas alternativas, habrá que sentarse a conversar con la gerencia y los accionistas para entender su perspectiva y el impacto, identificando nuevos riesgos que se presentan en el ejercicio profesional y actuar en consecuencia.

A su vez, producto de este gran esquema sancionatorio impuesto más la destrucción en la zona de conflicto, la guerra está generando un impacto relevante y negativo en el comercio exterior. En un mundo globalizado como el que vivimos, difícilmente las empresas no tengan vinculación con el exterior. Y así, es posible que se manifiesten interrupciones generalizadas en la cadena de suministros por temas de abastecimiento y demoras de importación; fletes que no llegan a destino; alteraciones en la cadena productiva por falta de suministros desde la zona de conflicto; alteraciones en la cadena de pagos o transferencias financieras (el bloqueo del SWIFT a Rusia); pérdida de valor por inversiones en empresas o mercados afectados; cambios en la estructura de negocios o restructuraciones y siempre el temido riesgo acrecentado de ataques a la ciberseguridad.

¿Estas cuestiones tienen impacto directo en la contabilidad o la auditoría?

Alguno de estos temas, pueden tener impacto directo en la información financiera que presentan las empresas y, eventualmente un reconocimiento contable: pérdida de mercados, mora en cobranzas, paradas de planta, caída de valores de inversiones, entre otros.

¿Desde qué momento impactan estas cuestiones? El consenso es que, aunque el tema era existente, no hubo indicios conclusivos de invasión hasta febrero de 2022. En consecuencia, los efectos sufridos no requieren ajuste contable de los cierres anuales o de períodos intermedios hasta el 31 de enero de 2022 inclusive. Para la información contable hasta esa fecha, en la medida que existan efectos, la entidad deberá exponerlos con amplia revelación en nota a los estados contables. Para información contable a partir de febrero 2022, será necesario, además de explicarlos en nota, incorporar sus efectos en la contabilidad. Por supuesto, el auditor analizará la información y concluirá en su opinión si deberá modificarla por temas de alcance, o incorporar un párrafo de Énfasis, o un tema crítico de auditoría en su informe a CNV (KAM), o mencionar la eventual duda del cumplimiento de empresa en marcha y, por supuesto, evaluar la adecuada revelación en notas de todo lo sucedido que afecte a la sociedad.

Estamos ante un conflicto sin precedentes en épocas recientes. Todo parece lejano a Argentina, aunque no lo es tanto. Nos corresponde actuar con profesionalismo y analizarlo junto a nuestros clientes, que pueden estar siendo especialmente afectados.

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