La UIA quiere una reforma impositiva antes del fin de mandato

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La Unión Industrial Argentina empuja para que la administración de Cristina Kirchner se despida con una reforma fiscal deseada por los empresarios argentinos para consolidar el camino de la reindustrialización. Ante la mirada atenta del ministro de Economía, Axel Kicillof, y su equipo, la central fabril presentará puntos centrales para debatir con el Gobierno que incluyen tributos nacionales, provinciales y municipales.

Por Ariel Maciel

Los industriales reclamaron trabajar de manera articulada la superposición de impuestos en los tres estadios -NAción, provincia, municipios- para lograr un reacomodamiento de las variables que afectan a la competitividad de las empresas locales. “No se trata de una pelea porque hay muy buena predisposición para el diálogo”, aclaró un vicepresidente de la UIA consultado por BAE Negocios.

En la mesa de trabajo existe un pedido de “razonable proporcionalidad”. Sucede que el reclamo a la desaparición de tasas municipales o morigeración de tributos provinciales “tiene que estar atado” a una compensación en la coparticipación que llega desde la Nación hacia los ámbitos subnacionales.

“Estamos conversando con todo el mundo para lograr una reforma fiscal, que es un tema complejo porque necesita el acuerdo de las provincias. Por eso, estamos dispuestos a dialogar con los legisladores si hay un acuerdo de avanzar con el tema”, confesó la fuente industrial.

De hecho, la UIA desestimó poner la reforma fiscal en debate entre los candidatos a presidente que competirán en octubre la sucesión presidencial. “El Gobierno está, y hasta el 10 de diciembre seguiremos hablando porque se puede implementar”, enfatizaron desde la central fabril.

Kicillof, el secretario de Comercio, Augusto Costa, y el equipo económico incitaron a los industriales a presentar propuestas que puedan transformarse en medidas para ayudar al sector en medio de un escenario de pérdida de competitividad. Por eso, la UIA trabaja en el tema fiscal aunque aclararon que “no existe aún un proyecto de reforma”.

Los principales temas que fiscales que complican a la industria están distribuidos en los impuestos nacionales, provinciales y municipales. “Las economías regionales no aguantan los convenios salariales nacionales, porque tienen manos de obra intensiva mayor. Pero además, tienen una alta presión fiscal provincial y los costos logísticos son muy altos. Por eso hay que pensar en términos de alivio de la presión fiscal para devolverles competitividad”, dijo un vicepresidente UIA.

En términos nacionales, uno de los más perjudiciales es el Impuesto a las Ganancias, afectado por el no ajuste por inflación de los balances. Las fuentes consultadas señalaron que a algunas empresas les afecta entre el 40% y el 50 por ciento. Además, destacaron la doble imposición en la distribución de dividendos.

Las retenciones en el caso de las exportaciones es otro de los puntos que más afecta a los empresas industriales. Mientras que el impuesto al cheque golpea a las fábricas que generan valor interno, según el análisis de la central empresaria.

El pago de los Ingresos Brutos preocupa fuertemente a los industriales. Según un informe del Centro de Estudios de la UIA realizado por el economista senior Pablo Dragún y presentado en la última Conferencia Industrial de diciembre pasado, el IIBB incrementa hasta en un 10% el costo final de un producto.

De hecho, ese impuesto creció por encima de la presión fiscal nacional. Desde 2004 hasta la fecha, pasó del 3,4% al 5,2 por ciento; y su efecto va de menor a mayor si la empresa se encuentra radicada o no en la provincia que impone el tributo. “En promedio de algunos productos, 10 de cada 100 se pagan entre Ingresos Brutos y tasas de Seguridad e Higiene”, señaló el informe.

En el último de los estadios que afectan impositivamente a las empresas son los municipios a través de la proliferación de tasas locales, como Publicidad, Combustibles y Abasto, que surgen por la necesidad de recursos genuinos para hacer frente a la administración local.

“Todo tiene que ser articulado porque si simplemente se sacan los tributos locales, que son injustos y acrecientan los costos de la producción, se van a multiplicar los problemas diarios, como la rotura de calles que afectarán a la logística, por ejemplo”, señaló un empresario a este diario.

Fuente: texto publicado por Diario BAE (12/1/2015)