La amplia gama de proyectos para incrementar las licencias otorgadas a padres por el nacimiento de sus hijos o adopción sumó dos hechos concretos, uno en el Congreso a partir de la presentación de la iniciativa que impulsa la CTA liderada por Hugo Yasky. El segundo fue en la misma Casa Rosada donde el trabajo que piloteó el diputado Héctor Recalde (Fpv) renovó “luces verdes” para avanzar hacia la consagracíón de un derecho que el escenario social exige desde hace tiempo, a partir del mayor protagonismo de la mujer en la vida laboral y de la integración de los padres a roles que décadas atrás no se le consideraban propios.
Por Luis Autalán
El tema, como muy pocos de la agenda legislativa y política, no presenta diferencias irreparables entre el oficialismo y la oposición, de hecho en el Congreso se aguarda el visto bueno de la comisión de Familia para aligerar el tratamiento. Las iniciativas cuentan con autores/as diversos como Margarita Stolbizer, entre otras figuras, enfrentadas/os al kirchnerismo pero que privan “la necesidad de adecuar el marco legal a la realidad que comparten la mayoría de las familias en nuestro país.
Objetivo concreto
La CTA presentó el viernes su proyecto de reforma integral de la Ley de Contrato de Trabajo (LCT), que establece responsabilidades familiares compartidas. El objetivo es la modificación de patrones socio–culturales, superar prejuicios instalados y prácticas basadas en la idea de inferioridad o superioridad de cualquiera de los sexos o en funciones estereotipadas de hombres y mujeres. “Apuntamos a promover el reconocimiento de la responsabilidad común de ambos integrantes de la pareja en cuanto a la educación, cuidado y desarrollo de sus hijos”, le explicó el abogado Alejandro Ferrari, autor del proyecto, a Bae Negocios.
En efecto, 120 días de licencia por maternidad o adopción, 15 días de licencia y extensión de la protección contra el despido para el otro progenitor por nacimiento o adopción, equiparación de todos los derechos para parejas del mismo sexo, centros de cuidado infantil y salas de lactancia en el lugar de trabajo, inclusión de licencias especiales para la visita con fines de adopción, para el cuidado de persona a cargo, conviviente, cónyuge o pareja, para la realización de técnicas de reproducción asistida y para el supuesto en que la mujer trabajadora haya sufrido violencia de gé- nero, son algunas de las modificaciones propuestas.
La CTA realzó el compromisio asumido desde la propuesta, tal cual lo señalaron su titular adjunto, Pedro Wasiejko, la titular de Gé- nero Estela Díaz, la diputada Mara Brawer, el director de la OIT Argentina Pedro Américo Furtado de Oliveira y la directora de FLACSO Uruguay Carmen Beramendi en la presentación que se realizó en el Anexo del Congreso. También suscribieron el proyecto los diputados Ana Gallard, Nanci Parrilli, Verónica González, María Bianchi, Leonardo Grosso, Josué Gagliardi, Mayra Mendoza, Adela Segarra, Araceli Ferreyra, Juan Carlos Junio, Edgardo Depetri, Remo Carlotto y Marilú Leverberg entre otros.
Más allá de los diferentes proyectos, la mirada del Gobierno Nacional respecto a consagrar mediante una ley el aumento de las licencias para los padres, apunta a dejar algo más que un mojón histórico en el derecho laboral y estima que si la oposición no acompaña la sanción del proyecto quedará a expuesto al veredicto popular frente al ejercicio sistemático de “impedir porque sí”, de cara a la sociedad y en un año electoral. Desde ambos frentes, oficialismo y oposición, pocos temas hacen coincidir en optimismo respecto a un tema relevante.
Otro “desafío emblema” para el Gobierno
A fines de 2014 harto de las consultas sobre la quita salarial por Ganancias y bono de fin de año el ministro Carlos Tomada “replicó” la insistencia periodística planteando, sonriente, dos tópicos vinculados. Reforma de la Ley de Contrato de Trabajo, viabilidad para concretar un código laboral y en el mismo combo, incremento de las licencias parentales.
La contraofensiva del titular de la cartera laboral tiene fundamento y tónica kirchnerista. En el último tramo de gestión de Cristina Fernández tales objetivos dejarían más que una placa recordatoria, sino un hito para el derecho laboral, como lo fueron en su momento, la ley de Contrato de Trabajo (LCT) en los setenta y los derechos que consagró Juan Domingo Perón y hasta hoy son bandera justicialista.
“Alto impacto y bajo costo” es un resúmen de la norma que agradó a varios alfiles del kirchnerismo, para el incremento de los días otorgados a los padres biológicos y mucho más, en el plano de la inclusión social expresa, abarcar los casos de adopción, que desde 2003 a la fecha se incrementaron notoriamente en todo el país. La premisa que deslizan en la Casa Rosada en cuanto a que “mientras nos consideran en retirada, nosotros estamos tomando impulso y planteando más trabajo y desafíos” calza perfecto en este capítulo de la reforma laboral.
Fuente: texto publicado por Diario BAE (9/3/2015)
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