El pasado martes 25 de agosto tuvo lugar la 2º Jornada Nacional de Alimentos y Bebidas organizada por la coordinadora de Industrias de Productos Alimenticios (Copal). En esta jornada los directivos de las más grandes empresas y de reconocidas pymes coincidieron en que la presión fiscal e impositiva actual se está volviendo insostenible; y le pidieron al gobierno que los libere un poco de esta carga impositiva calificada como “asfixiante”, según declaraciones de Nadín Argañaraz, el director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF).
En el análisis expuesto por Nadín Argañaraz donde argumentó que “la presión tributaria provincial aumentó 62% en los últimos diez años, con los mayores aumentos registrados en los Impuestos de Ingresos Brutos e Impuesto a los Sellos”; el eje de la cuestión radica en el gasto público. En palabras textuales comentó: “Mientras no haya cambios al respecto, no va a haber cambios en los impuestos” y destacó que “cada nivel de gobierno actúa como si el contribuyente fuera exclusivo suyo”. Señalando que de cada $100 que paga un consumidor, el 42% va al Estado.
Por su parte Amancio Oneto, el CEO de la firma Molinos, explicó que la empresa agrega a la materia prima de sus productos, “salarios, muchos impuestos y el costo de capital”. Reclamando respecto de los impuestos “no sé cuál, pero alguno hay que bajar”.
Asimismo, Fernando Guntern, el presidente del departamento de Política Fiscal de COPAL, señaló que a su criterio es fundamental la “unificación de regímenes de recaudación de tributos provinciales y municipales”.
Entre las medidas discutidas se planteó la necesidad de volver al ajuste por inflación en lo que respecta al Impuesto a las Ganancias y de adecuar la alícuota efectiva a los niveles de la región.
Fuente: Editorial Errepar