Similitudes y diferencias entre las propuestas de Alfonso Prat-Gay, Elisa Carrió y Miguel Ángel Pichetto; los cambios que se vienen.
“Vamos a corregir los abusos del Impuesto a las Ganancias”, había sido una de las promesas de campaña del actual presidente Mauricio Macri . El Gobierno asegura que el proyecto de ley para modificar el impuesto será uno de los primeros en ser presentados al Congreso cuando inicien las sesiones a partir de marzo.
Mientras tanto, hay dos proyectos de ley que andan dando vuelta. Son los que propusieron la diputada Elisa Carrió y el senador Miguel Ángel Pichetto , presidente del bloque del Frente para la Victoria.
“Deducciones de ganancias del proyecto de Carrió implican un mínimo no imponible de $29.266, en línea con la propuesta que estamos elaborando”, indicó el ministro de Haciendo, Alfonso Prat-Gay , la semana pasada.
Según economistas especializados en el tema, el ministro se estaba refiriendo al caso de un asalariado, casado con dos hijos. Si se hacen las cuentas con el proyecto que presentó Carrió, se debería dividir por 13 (12 sueldos más aguinaldo), la sumatoria de las Ganancias no imponibles, el cónyuge, los dos hijos y la deducción especial. El resultado es $29.266 como dijo Prat-Gay.
“Existe el mínimo no imponible que está estipulado por ley y es el que nadie paga. Pero popularmente, también le llamamos mínimo no imponible a la suma de las deducciones que finalmente equivale al piso que uno empieza a pagar”, explica el economista Martín Tetaz. De ahí la confusión de que el mínimo no imponible de Carrió no coincidía con el que el oficialismo está elaborando.
“En la década del 90, el mínimo no imponible era $4200. Con una inflación de 1100% son más o menos $47.500 de ahora”, agregaTetaz.
Actualmente, desde la vigencia del decreto 1242 de 2013 están alcanzados por Ganancias los asalariados y jubilados que entre enero y agosto de ese año tuvieron remuneraciones o haberes brutos superiores a los $ 15.000 por mes. La norma produce que, por ejemplo, pueda estar exento alguien que hoy percibe un salario de $ 50.000 y que sí contribuya alguien que cobra $ 25.000 porque se basa en un parámetro histórico e inflexible.
Un segundo concepto del proyecto del Impuesto a las Ganancias es la tabla de alícuotas, que se incrementan a medida que crece el salario y que no se modifica desde el año 2000.
“Me parece más atinado el proyecto de la diputada Carrió aún cuando me da la sensación que se quedó corta con las escalas. El coeficiente superior lo multiplicó por 5 ($120 000 x 5) y yo lo hubiera hecho por 15”, analiza César Litvin, presidente del Instituto Tributario Argentino.
En ambos proyectos presentados, tanto las alícuotas como los montos previstos de las deducciones, los valores están atados a una variable nominal para que cuando aumentan los salarios producto de la inflación, no signifique necesariamente que deban pagar más impuesto a las Ganancias.
En la propuesta de Carrió, los importes se actualizarían conforme al Índice de Precios al Consumidor elaborado por el Indec (cuando comience a publicar los datos) y en el de Pichetto, los montos se ajustarían anualmente por el coeficiente que surja del incremento del Salario Mínimo Vital y Móvil.
Una crítica común que se le hace a los dos proyectos presentados es la diferenciación que hay entre los autónomos y los asalariados, que comenzó hace unos años y con el tiempo se fue agrandando la brecha.
“A los proyectos les falta poner en un pie de igualdad a los autónomos con los asalariados. No hay justificativo que permite describir esta diferencia. Los autónomos no tienen una CGT que los defienda y esencialmente, ellos son también trabajadores”, indicó Litvin.
Fuente: Texto publicado por LaNación.com.ar (11/2/2016)
Seleccionado por: Editorial Errepar