Versiones periodísticas indican que el Gobierno acelera la reglamentación de la reforma tributaria para empezar, entre otras cuestiones, a cobrarles a los inversores extranjeros el impuesto a las ganancias sobre la renta financiera.
El primer aspecto de la reforma votada a fines de diciembre que se reglamentará será la aplicación de la renta financiera para personas físicas no residentes. Cabe recordar que las empresas ya pagaban impuesto sobre la renta antes de este cambio legislativo.
El apuro tiene su razón de ser: puesto que se trata de un impuesto de ejercicio anual, la aplicación de ganancias a los inversores locales puede esperar, ya que si comienza a aplicarse antes del 31 de diciembre próximo, el Fisco podrá retenerles toda la renta obtenida en su próxima declaración jurada anual (2019). En cambio, en el caso de los inversores extranjeros, como no realizan una declaración jurada, la retención debe hacerse cada vez que obtienen una renta (aquí no hay declaración jurada posterior) y, por lo tanto, cuanto más se dilate la aplicación del impuesto, más recursos perderá el Fisco.
Fuente: Diario La Nación
Texto seleccionado por: Editorial Errepar