I – INTRODUCCIÓN
Una criptomoneda, criptodivisa o criptoactivo es básicamente un medio digital de intercambio que utiliza criptografía robusta para asegurar las transacciones, controlar la creación de unidades adicionales y verificar la transferencia de activos usando tecnologías de registro distribuido.
Las criptomonedas representan un tipo de divisa alternativa o moneda digital, existiendo controversia respecto a que tengan que ser de control descentralizado o monedas centralizadas por los bancos centrales u otra entidad.
Como cualquier otro tipo de divisa las criptomonedas pueden adquirirse principalmente por tres motivos:
- Medio de pago: este sería el uso original para el que fueron diseñadas, servir como elemento de intercambio en operaciones de compra y venta de productos o servicios.
- Negocio: la compraventa de criptomonedas puede ser la actividad principal de una sociedad del mismo modo que existen las empresas de cambio de divisas.
- Inversión: se puede tratar la criptomoneda como un elemento de inversión (de alto riesgo) con el que obtener un rendimiento en el futuro al igual que se haría con cualquier activo financiero o derivado.
El control de cada moneda digital funciona a través de una base de datos descentralizada, usualmente una cadena de bloques (blockchain), que sirve como una base de datos de transacciones financieras pública.
La primera criptomoneda que comenzó a operar fue Bitcoin en 2009, la reina de las divisas virtuales, que cotiza a unos U$S 10.700 (15/09/2020) por unidad y tiene un valor total de unos U$S 240.000 millones. Los “mineros” se emplean para verificar las transacciones de bitcoin y también para emitir nuevos bitcoins a la red. Las normas que sustentan el bitcoin estipulan que solamente se pueden crear 21 millones de bitcoins, y esa cifra cada vez está más cerca de ser alcanzada. No está claro qué ocurrirá con el valor del bitcoin cuando se alcance ese límite.
La minería de Bitcoin es una forma de obtener esta criptomoneda. La minería crea nuevos bitcoins mediante la fabricación de nuevas partes de blockchain. Para poder minar, debe haber una red de computadoras punto a punto para que las tareas se puedan realizar con su poder de cómputo combinado. Cuantas más computadoras y menos centralizado sea el sistema, más rápidamente las tareas serán operadas.
Desde 2009, han surgido otras monedas digitales con diferentes características tales como: Litecoin (criptomoneda anónima basada en una red P2P, sin ningún tipo de autoridad que la regule), Ethereum (plataforma de fuente abierta, descentralizada a diferencia de otra cadenas de bloques), Bitcoin Cash (comunidad que avanza en la creación de una moneda sólida accesible a todo el mundo), Ripple (no usa la tecnología blockchain sino que tiene su propia tecnología, conocida como RPCA), Dash (anteriorente conocida como XCoin y Darkcoin, es una criptomoneda y proyecto de software de código abierto), Dogecoin (moneda que nació de “doge”, uno de los memes más populares de internet), Peercoin (primera criptodivisa basada en una implementación combinada de proof-of-stake/proof-of-work-system), Potcoin (criptomoneda peer-to-peer con el objetivo de convertirse en la forma estándar de pago para una industria específica), y Primecoin (criptomoneda que implementa un sistema de prueba de trabajo que busca cadenas de números primos), entre otras tantas.
A junio 2020, según indica la web, existen un total de 2.677 criptomonedas en el mercado. Por si esto no fuera suficiente, cada poco tiempo aparecen nuevas, y aunque la gran mayoría apuesten por la tecnología Blockchain, cada una tiende a contar con una tecnología, encriptación y filosofía distinta.
En el mundo de los expertos en economía sigue habiendo bastante escepticismo sobre cada una de las nuevas criptomonedas que salen al mercado. Al respecto, ilustramos con algunas expresiones:
“El sentido común nos dice que los bienes escasos son más propensos a mantener su valor que los más abundantes”; “Pero en el mundo de las criptomonedas, el sentido común, es quizás, una guía pobre para el comportamiento futuro”; “Una unidad digital no tiene valor intrínseco, a menos que pueda ser usada en transacciones”; “No puedo nombrar una sola criptomoneda que sea más útil en transacciones que una tarjeta de crédito denominada en dólares, libras o yenes”; “No hay nada intrínsicamente erróneo con las monedas digitales proporcionadas de forma privada, pero necesitan estar bien diseñadas y bien pensadas”; “Valen mucho porque la gente dice que lo valen”; “Tengo poca confianza en que lleguen a valer mucho a largo plazo”; “Una gigantesca estafa está por explotar en la cara de muchísimas personas”.
II – TOP 5 CRIPTOMONEDAS MÁS USADAS
Por su estabilidad algunas de las criptomonedas más populares o utilizadas por los usuarios actualmente en el mercado son las indicadas seguidamente, si bien, ¿quién sabe?, en lo que se ha tardado en leer este escrito han sido creadas otras nuevas:
Bitcoin
Se trata de una red consensuada que permite un nuevo sistema de pago y una moneda completamente digital.
Es la primera red entre pares de pago descentralizado impulsado por sus usuarios sin una autoridad central o intermediarios. Desde un punto de vista de usuario, Bitcoin es como dinero para Internet.
Representa la primera implementación de un concepto conocido como “moneda criptográfica”, la cual fue descripta por primera vez en 1998 por Wei Dai en la lista de correo electrónico “cypherpunks”, donde propuso la idea de un nuevo tipo de dinero que utilizara criptografía para controlar su creación y las transacciones, en lugar de que lo hiciera una autoridad centralizada.
La primera especificación del protocolo Bitcoin y la prueba del concepto, junto con el software que lo sustenta (blockchain) la publicó “Satoshi Nakamoto” en 2009 en una lista de correo electrónico. Desde entonces, la comunidad ha crecido de forma exponencial y cuenta con numerosos desarrolladores que trabajan en el protocolo Bitcoin.
La aparición del bitcoin fue tan innovadora que los términos de criptomoneda y Bitcoin se funden en uno solo y es indistinto hablar de uno u otro.
Ethereum
Lanzada en 2015, se ha convertido en una de las criptomonedas más populares del mercado.
Ethereum es la red que ha consolidado el concepto de “Blockchain”, provocando el surgimiento de redes y criptos basadas en su tecnología.
La divisa virtual de Ethereum es conocida como Ether y, a diferencia del Bitcoin, no cuenta con un límite de emisión. Comprar Ether de forma segura es fácil.
En cuanto a la velocidad de esta red, Ethereum necesita de unos 12 segundos para realizar transacciones de verificación de bloques.
Litecoin
Lleva en el mercado desde 2011 y fue ideada como la alternativa a Bitcoin.
Esta cripto realiza el procesamiento de un bloque cada 2,5 minutos, generando 4 veces más unidades que Bitcoin (que procesa los bloques cada 10 minutos). Además, por este mismo motivo, se la considera como una red más segura.
En cuanto a su límite, es superior al Bitcoin: 84 millones de LTC versus 21 millones de BTC.
El Litecoin permite realizar pagos inmediatos a costo bajo.
Dash
Esta es una criptomoneda creada en 2014 con el objetivo de convertirse en una opción de pago de uso masivo. Fue pensada como criptomoneda peer-to-peer, una solución para realizar pagos “persona a persona”.
Dash tiene un envío instantáneo: 10 confirmaciones en menos de 1 minuto. Además, también tiene tarifas bajas que facilitan su uso como dinero digital.
Como curiosidad, es importante resaltar la creación del servicio Dash Text que permite disponer de un monedero Dash en un teléfono con soporte para SMS para recibir y enviar esta cripto.
Ripple
La trayectoria de Ripple arranca a finales de 2012 y el token (simbólico) se representa como XRP.
Una de las principales características es que se trata de una criptodivisa bastante centralizada en un contexto realmente descentralizado. Además, la red Ripple es capaz de ejecutar las transacciones de pagos a través de XRP en solo 3,5 segundos. Estas transferencias inmediatas no requieren período de confirmación.
Ripple cuenta con su propio sistema de cambio de divisas y con buena aceptación por parte de muchas entidades bancarias.
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