La delegación sindical aceptó mantener la vigencia anual de los acuerdos salariales, pero pidió cláusulas que permitan reabrir la discusión si hay un desfasaje de precios
Los aumentos salariales que se acuerden en la próxima ronda de paritarias tendrán una vigencia anual, aunque incluirán la posibilidad de una revisión en caso de que queden licuados por un incremento mayor de la inflación. Ese esquema fue consensuado ayer entre la presidenta, Cristina Fernández, y un grupo de dirigentes de la conducción de la CGT oficial, encabezados por Antonio Caló, en un encuentro a solas en la residencia de Olivos.
El futuro de las negociaciones salariales en un contexto de aceleración de precios fue el tema casi excluyente de la reunión, que se extendió por casi una hora y media, y en la que los sindicalistas también renovaron sus reclamos por los fondos adeudados a las obras sociales sindicales. Según confió a este diario uno de los dirigentes que participó del encuentro, Cristina rechazó tanto los planteos por la generalización del mecanismo de sumas fijas a cuenta de las paritarias como la alternativa de un fraccionamiento de los acuerdos, y pidió mantener el criterio de vigencia anual de los aumentos, como ocurrió en los últimos años.
Caló y los tres dirigentes cegetistas que lo acompañaron (el taxista Omar Viviani, José Luis Lingeri de Obras Sanitarias y Ricardo Pignanelli de Smata) coincidieron en la defensa de la paritaria anual, aunque remarcaron la necesidad de incluir en los convenios algún esquema de revisión de los aumentos o cláusula gatillo que habilite la reapertura de la discusión en caso de que la recomposición salarial sea superada por los incrementos de precios. La Presidenta no expresó ante los gremialistas reparos sobre ese esquema siempre que forme parte de las reglas convenidas con los respectivos sectores empresarios.
Tampoco Cristina arriesgó números respecto a los porcentajes de subas salariales, según apuntó el dirigente consultado por El Cronista. Cada uno tiene la inteligencia para saber negociar lo que es conveniente y prudente. Cada uno va a saber hasta donde llegar, les dijo la mandataria, de acuerdo a la misma fuente.
Cristina también se mostró expectante por el resultado de la negociación salarial docente, donde el Gobierno pretende imponer una suba escalonada de 25% que es resistida por los gremios del sector, aunque cerca de Caló no interpretaron ese gesto como un planteo para que el aumento de los maestros se convierta en caso testigo para el resto de las paritarias. Son negociaciones diferentes, no tienen nada que ver, insistió el vocero cegetista.
Los reclamos sindicales por fondos para las obras sociales fueron el otro tema central de la agenda de la reunión entre Cristina y la delegación cegetista. De ese tramo de la charla también participó la superintendenta de Servicios de Salud, Liliana Korenfeld, quien acordó con los sindicalistas iniciar la próxima semana una nueva ronda de negociaciones para resolver los planteos expuestos por la CGT.
El petitorio que la central obrera desgranó en la reunión incluyó el reclamo por el pago de los reintegros adeudados por los tratamientos de alta complejidad, la actualización de los montos de prestaciones especiales y de transplantes y la definición del acuerdo de precios congelados en el sector de medicamentos. Además, los gremialistas pidieron una reforma para establecer la obligatorie dad del pago de cápitas a las obras sociales por parte de todo el grupo familiar de los contribuyentes monotributistas.
El encuentro de ayer con Cristina fue convenido la semana pasada durante la charla reservada que la mandataria mantuvo con Caló para limar asperezas tras el duro reto que descargó contra el metalúrgico por haber dicho que hay trabajadores que no ganan lo suficiente para comer.
Fuente: texto y foto publicados por El Cronista Comercial (12/02/2014)