Nicolás Castelnuovo
Conocer todos los costos de la operación de un negocio es fundamental y puede hacer la diferencia entre el éxito y el fracaso. Los costos ocultos son un tipo de costo difícil de detectar, ya sea para considerarlos dentro del cálculo de los costos, como para eliminarlos de ser ello posible.
Precisamente, los costos que están ahí afectando el costo de los productos o servicios y no se ven, se conocen como costos ocultos. La teoría sobre la determinación de costos suena bien y pareciera que la identificación de los costos de un negocio es un proceso que no representa dificultades. El problema viene fundamentalmente cuando se habla de los costos ocultos.
Estos costos son aquellos involucrados en la producción, en la administración o en la comercialización de un negocio que no son identificables fácilmente. Dependiendo de su naturaleza o magnitud, los costos ocultos podrían llevar a decisiones erradas sobre los precios o los resultados de un negocio.
Algunos de los costos ocultos que se pueden encontrar en un negocio pueden ser: niveles de inventario mayores a los necesarios, entrega de productos o servicios con calidad mayor a la requerida, utilizar medios de transporte inadecuados, paradas de producción por un pobre mantenimiento, tener una capacidad de planta mayor a la requerida, y movimientos de materiales innecesarios.
El autor se concentra en este trabajo en los costos ocultos relacionados con la no calidad, las deficiencias de seguridad en el trabajo y los sobreconsumos de materiales. Mantener un control de los costos es fundamental para encaminar un negocio hacia aquel estado o condición de cumplir con un rango definido de expectativas. Sin embargo, no siempre es fácil de lograr porque requiere de una supervisión exhaustiva de los procesos que se van gestando en la empresa.
I – INTRODUCCIÓN
Para la gran mayoría de las empresas, el precio de venta de los productos y servicios que ofrecen viene dado por el mercado donde actúan y por lo que los consumidores están dispuestos a pagar para adquirirlos.
Ante esta situación en la que el precio de venta opera como un “dato” impuesto por el mercado, la gestión estratégica de los costos se convierte en la única variable que la empresa puede controlar para lograr obtener la rentabilidad que requiere para permanecer en el negocio.
La focalización en los costos constituye un cambio conceptual de gran importancia para las organizaciones. Cuando una empresa emprende un proyecto de reducción de costos, estos generalmente se centran en la forma de reducir personal o ciertos gastos considerados prescindibles, como los viáticos, el café en las oficinas, los tickets para el estacionamiento, los gastos de papelería, entre otros. Con el mismo objetivo, se decide reducir la inversión en activos fijos o adquirir materias primas económicas de menor calidad y confiabilidad, lo cual resulta en una menor satisfacción del cliente y, a largo plazo, impacta negativamente en la imagen de la empresa. En otras palabras, se destinan esfuerzos en la reducción de costos que son susceptibles de ser fácilmente identificados -costos “visibles”-, dejando de lado los “costos ocultos” que, por sus particulares características, requieren de un análisis más profundo para ser detectados.
La reducción o eliminación de estos costos ocultos puede significar mejoras de mayor alcance y efectividad que los costos visibles o “explícitos” que figuran en los registros contables. Para lograr neutralizarlos, previamente debe establecerse alguna técnica que permita identificarlos o mesurarlos, dado de que, en general, estos costos responden a eventos de difícil medición.
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