A Alberto Abad se lo ve tranquilo. Sin embargo, avanza contrarreloj en varios pasos clave para asegurar el éxito del blanqueo. “Creemos que se hizo en un momento adecuado porque se alinearon todas las prácticas internacionales de intercambio de información y hubo blanqueos similares en Brasil -todavía vigente-, Chile, y en algunos países de Europa. Además, en la Argentina es la posibilidad para que muchos empresarios grandes y chicos puedan afectar un dinero que hoy está inactivo a la producción. Incluso hay mucha gente que quiere planificar su vida, dejar sus stocks de dinero, bienes e inmuebles ordenados para sus hijos y nietos”, resume convencido.
Su respuesta no fue improvisada. Durante las 48 horas que estuvo por los pasillos del Coloquio mantuvo reuniones con los principales consultores, contadores y empresarios para ver sus percepciones. “El interés es más que importante”, agrega.
-Sin embargo, todavía no aparecen datos de resultados…
-El sinceramiento tiene tres oleadas. La primera es la de octubre, porque se acaba el plazo para blanquear efectivo. La segunda es el 31 de diciembre, porque la alícuota pasa del 10% al 15%, y habrá un efecto ´puerta 12′. Y hay una oleada final, asociada con los inmuebles, que como siempre pagan el 5%, los consultores los asesoran esperar hasta el 31 de marzo.
-Primero les dijeron a los contribuyentes a través de la página de la AFIP ´esto es lo que sabemos de vos’ y en varias solapas aparece la frase “próximamente”… ¿Qué es lo que viene?
-Lo que viene es información que estamos sacando de bases públicas, información de otros países. La semana que viene vamos a Brasil, y tendremos un intercambio de información muy interesante. Estamos obteniendo información también de bases públicas de Miami para decirle al contribuyente: sabemos que tenés esto, aprovechá.
-¿Se sabrá antes de fin de mes?
-Les va a aparecer en la ventanita, sabemos que tenés propiedades en el exterior. Cuando la cosa es muy evidente, como algunos casos que tenemos hasta la dirección, directamente se hace una entrevista personal.
-¿Qué pasa con los máximos de Monotributo y Autónomos?
-Este año el costo fiscal anualizado del fin de las retenciones a la soja; de aumentar el mínimo no imponible de Ganancias, y poner en marcha la devolución de 15 puntos de IVA para la gente con programas sociales; además de la ley pyme y el ajuste que se está negociando con la CGT, impactan en más de $ 200.000 millones. Es claro que la tendencia es bajar la presión tributaria. Pero hay que hacerlo en el marco de la solvencia.
-No hay marco para este año…
-Este año, no.
-¿Y en 2017?
-Eso se va a retomar. Ya lo dijo el Presidente: el último esfuerzo es el que se presenta ahora para la cuarta categoría.
-¿Cuándo habrá menor presión tributaria?
-Ya la hay para los de la cuarta categoría, para las economías regionales. Si logramos que los ciudadanos que están bajo planes sociales usen la tarjeta de débito van a tener menos presión tributaria.
-Hay un proyecto del Gobierno que habla del 45% de alícuota de Ganancias para los sueldos más altos: ¿cuál es su opinión?
-Ese proyecto es del Ejecutivo. Creo que es un proyecto que va a merecer una discusión en el parlamento.
-¿No es confiscatorio el 45%?
-No, el confiscatorio no se mide en ese sentido. Lo que pasa es que hay discusiones, porque unos dicen que es justo porque tiene que ver con rentas muy altas, otros dicen que es injusto por gente que hay en relación de dependencia. Es un tema que genera muchas discusiones.
-Otro de los temas para bajar la presión impositiva pasa por reducir la informalidad…
-Estamos evaluando hacer cumplir paulatinamente la ley que establece que todos los comercios están obligados a aceptar el pago con tarjeta de débito. Vamos a combatir el uso del efectivo. Pero somos partidarios del gradualismo: vamos a ir poniendo una matriz, e ir por actividades, y por monto de facturación, para ir obligando a quienes tienen mayor facturación y que están en sectores de mayor informalidad a cumplir.
-¿Qué número de comercios sólo aceptan efectivo?
-No lo tengo, pero es altísimo. Además, te encontrás que en pleno proceso de vacaciones, determinadas zonas turísticas dice “no aceptamos tarjetas de crédito y débito” en los restaurantes. La ley exige que todos acepten, lo que no se hacía era impulsarla. Es lo que vamos a hacer. Porque la cosa es clara: si queremos bajar las alícuotas y la presión tributaria tenemos que aumentar la base.
Fuente: texto publicado por La Nación (14/10/2016)
Seleccionado por: Editorial Errepar