La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) realizó un operativo en un predio en la ciudad de Esperanza, en Santa Fe, donde se encontró una granja de minería de criptomonedas con 131 equipos refrigerados a través del método de inmersión en aceite, por un valor cercano al millón de dólares.
Este es el cuarto allanamiento de este tipo que realizan los inspectores de la agencia en menos de diez días.
En este caso, las tareas de investigación fueron llevadas a cabo de manera conjunta por la Dirección General Impositiva (DGI) y la Dirección General de Aduanas (DGA) y permitieron detectar a dos contribuyentes individuales que habían comprado procesadores y placas de video necesarios para el proceso de generación de criptomonedas por un valor cercano al millón de dólares.
Tras el cruce de datos, las áreas especializadas en fiscalización y control identificaron un consumo de electricidad mensual por un costo cercano a los 4 millones de pesos en el establecimiento investigado.
En el allanamiento realizado en la ciudad ubicada a 40 kilómetros de la capital santafesina, se encontraron nueve contenedores y dos torres de enfriamiento con 131 equipos (la mayor parte de ellos de última generación con refrigeración líquida), 116 placas madre y 950 placas de video.
El procedimiento continuará con la verificación de la declaración de los activos relevados en el allanamiento, además de conocer sobre el origen de los fondos para la adquisición de estos equipos, y los ingresos derivados de la actividad.
En esta oportunidad, se pudo identificar las billeteras virtuales donde se depositaban las recompensas de las distintas criptomonedas con que trabajaban en esta granja y los beneficiarios.
¿Cómo funciona?
La minería de criptomonedas es el proceso mediante el cual se validan las transacciones dentro de una blockchain -red a través de la cual circula una criptomoneda- y, para hacerlo, los “mineros” conectan sus computadoras con placas de video de alta velocidad que resuelven complejos cálculos matemáticos con los que se garantiza la seguridad de las operaciones dentro de esa red.
Los “mineros” que prestan este servicio son recompensados con una cantidad determinada de la criptomoneda de la red en la que están operando, que pueden ser Bitcoin, Ether, Litecoin, Monero u otras.
El objetivo de la AFIP era obtener información sobre asuntos como la declaración de activos, la procedencia del dinero usado para invertir en hardware e instalaciones y las wallets donde se depositan las recompensas obtenidas de la minería. Uno de los indicios que tiene en cuenta el organismo recaudador es el de analizar el consumo eléctrico y la actividad declarada ya que las minas de criptomonedas consumen grandes cantidades de energía.
Otros allanamientos
Córdoba
En la ciudad de Córdoba se desarticularon dos granjas de minería de criptomonedas operadas por monotributistas, que habían tenido consumos de energía por un costo cercano a 1 millón de pesos mensuales, y que habían realizado inversiones por cerca de 600.000 dólares en más de 600 placas de video.
Las autoridades informaron que las granjas fueron detectadas por medio del cruce de datos respecto al consumo de electricidad en los domicilios allanados, en los que superó los 85.000 kilowatts, con un costo cercano a un millón de pesos mensuales.
Buenos Aires
En un operativo realizado en la localidad de Lisandro Olmos, provincia de Buenos Aires, la Dirección General Impositiva (DGI) y la Dirección General de Aduanas (DGA) de la Dirección Regional La Plata encontraron 142 rigs (máquinas preparadas para efectuar la minería de criptomonedas) con 1.355 tarjetas gráficas (GPU) instaladas y minando.
El operativo tuvo por objeto verificar la correcta declaración de los activos, el origen de los fondos para su adquisición, los ingresos derivados de la actividad e identificar las billeteras virtuales donde se depositan las recompensas de las distintas criptomonedas y sus beneficiarios.
Según la AFIP, la granja no contaba con el respaldo patrimonial necesario para poder adquirir todo el hardware minero.
A partir de verificaciones se pudo determinar la existencia de la explotación dentro de un establecimiento vinculado a otra firma, que declara realizar actividades distintas a las halladas durante la fiscalización, pero que servía de “pantalla” para justificar el consumo de energía eléctrica, encubriendo de tal forma la realidad económica del lugar.
Las boletas relativas a la conexión eléctrica realizada en el lugar como el consumo de la misma, se encontraban facturados a nombre de un tercero.
San Juan
En este allanamiento, la AFIP descubrió una granja de minería de criptomonedas oculta dentro de una cámara equipada para refrigeración.
Tras las tareas de investigación llevadas a cabo de manera conjunta por la Dirección General Impositiva y la Dirección General de Aduanas, se identificó al contribuyente.
Este había realizado la importación de equipos específicos para realizar minería de criptomonedas utilizando la empresa de la cual es socio, valiéndose de la Capacidad Económica Financiera (CEF) de la firma para realizar la importación de bienes de una actividad no declarada.
En primera instancia, el contribuyente expresó ante los agentes fiscalizadores que dichos equipos los había vendido, sin recordar quiénes eran sus clientes y que allí supuestamente se almacenaba fruta.
El domicilio en el cual se localizaron los equipos de minería figura a nombre de la madre del responsable, determinándose que el medidor registraba consumos relevantes de energía eléctrica, los cuales resultan concordantes con los generados por los procesadores y placas de video necesarios para el proceso de generación de criptomonedas.
AFIP DETECTÓ TRANSACCIONES MILLONARIAS EN EMPRESAS DE CRIPTOMONEDAS
El entre recaudador realizó controles en empresas dedicadas a la minería de criptomonedas, donde se verificaron comprobantes de compras y despachos de importación de equipos informáticos.
Los resultados de los operativos verificaron 151 rigs de minería con 936 placas de video por un valor de mercado de 1,6 millones de dólares.
Las instalaciones relevadas consumen más de 500.000 kilowatts de energía por mes con un gasto superior a los 7 millones de pesos.
Los procedimientos fueron llevados a cabo en conjunto por las tres áreas que integran el organismo que conduce Carlos Castagneto, la Dirección General Impositiva (DGI) y la Dirección General de Aduanas (DGA) y la Dirección de los Recursos de la Seguridad Social.
Los funcionarios de la AFIP realizaron cruces de información y de allí surgieron ajustes por exteriorización de créditos fiscales improcedentes por las compras de los dispositivos electrónicos utilizados para esta actividad.
Además, con el objetivo de garantizar que las trabajadoras y los trabajadores accedan a sus derechos, los funcionarios de la AFIP labraron actas de infracción luego de detectar trabajadores no registrados.
Fuente: AFIP