La reexpresión de los estados contables se convirtió en una oportunidad para aquellos contadores que supieron ver una nueva veta en sus servicios y buscaron soluciones, mientras que para otros resulta una práctica muy compleja.
Nuestro país tiene una característica muy difícil de erradicar: es la pérdida del poder adquisitivo de la moneda local, comúnmente llamada inflación. Ha sido y es la principal preocupación de los Gobiernos, que aunque regulen el mercado financiero, las altas tasas de interés parecen tener vida propia y se convierten en obstáculos para el crecimiento de los indicadores económicos., además de generar un contexto poco atractivo para atraer inversiones del exterior.
Pasaron 25 años desde que se dejó de aplicar el ajuste por inflación en los estados financieros, y los números en los balances no reflejaban su verdadera realidad económica, pues quedaban distorsionados a un valor histórico en un escenario con alta volatilidad. Razón por la cual y tras intensos reclamos judiciales de parte de los empresarios, como así también de las instituciones que agrupan a los profesionales de ciencias económicas, a partir de Julio de 2018 rige la norma que obliga a la reexpresión de los estados contables de los entes que estén bajo la órbita de los organismos de contralor.
Por estos días, los contadores tuvieron que actualizarse con esta práctica que estaba en desuso y en el olvido. Algunos recurrieron a algún apunte guardado y otros decidieron capacitarse mediante cursos dictados por profesionales de alto nivel, aparte de buscar apoyo en la bibliografía ofertada en el mercado. La poca experiencia y la falta de tiempo para el procesamiento de datos hicieron que la tecnología desarrollara herramientas para el tratamiento de la información.
Las planillas de cálculo ya no eran las mismas. ¿Cómo obtengo el índice? ¿Qué rubros hay que ajustar? ¿Los bienes de uso que doy de baja, desde cuando los reexpreso? ¿Por qué el Consejo me rechaza el balance si lo hice bien? Estas y otras más, eran las preguntas recurrentes y una respuesta había que encontrar. Aparecieron términos como RECPAM, ajuste de punta a punta, y el modo en como veníamos haciendo los balances ya no iba más.
Atendiendo esta situación, Errepar generó un micrositio con todo el contenido especial para poder aplicar el Ajuste por Inflación Contable, el cual contiene un mapa interactivo con la legislación vigente que se aplica en cada provincia de todo el país, casos prácticos que sirven de ejemplo y se adaptan a cualquier empresa, tabla de índices y doctrina de diversos autores específicos en esta materia. También se puede disponer de un simulador para el cálculo del RECPAM y una calculadora que arroja los montos ajustados, teniendo en cuenta la jurisdicción y la fecha ingresada.
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