Eliana M. Werbin
Ana M. Robles
En este artículo se recopila la normativa vigente referida al ajuste por inflación en Argentina, al igual que se detallan los puntos principales de la misma.
Se incorpora un caso práctico completo de bastante complejidad, con el objetivo de que los profesionales puedan apreciar cómo se realiza la aplicación de las normas contables referidas al tema.
Es importante que la Contabilidad muestre información útil para la toma de decisiones de los usuarios de los estados contables, por lo que se estima que este artículo aporta en ese sentido.
I – INTRODUCCIÓN
La Contabilidad Financiera nace en el ámbito anglosajón con una función esencial de rendición de cuentas. A finales de los años sesenta, el enfoque cambia, pasándose de un mero control de la gestión (los datos contables muestran el pasado) a la visión de la utilidad de la información para la toma de decisiones (los datos contables pueden ayudar a ver el futuro).
Este cambio en el enfoque es lo que Beaver (1981) llama “una revolución contable”. A su entender, la perspectiva cambia de la medición de la ganancia económica a un enfoque “informativo”.
Uno de los primeros documentos que hace referencia a este tema es cuando la American Accounting Association (1966) muestra claramente este enfoque de “utilidad” de la información contable en ciertas definiciones claves:
“Se define a la contabilidad como el proceso de identificar, medir y comunicar la información económica que permite formular juicios basados en información y la toma de decisiones, por aquellos que se sirven de la información … Esencialmente, la contabilidad es un sistema de información. Más precisamente, es una aplicación de la teoría general de información al problema de las operaciones económicas eficientes”.
La Contabilidad Financiera reporta a estos usuarios externos, principalmente mediante un cuerpo de estados contables o financieros, cuyo propósito final es ayudarlos en su proceso de toma de decisiones.
En general suele atribuirse el nacimiento de la regulación o, al menos, su consolidación decidida, a la Gran Depresión de 1929, que originó la crisis bursátil y, como consecuencia, impulsó la actividad normalizadora como garantía para el inversor.
La necesidad de brindar garantías al inversor puede pensarse en términos de la “Teoría de la Agencia” -formulada inicialmente como tal por Jensen y Meckling en 1976-, que trata de ofrecer un modelo explicativo de las relaciones y demás elementos que caracterizan aquellas situaciones en las que se da una separación entre la gestión y la propiedad – titularidad de una unidad económica, o en las que una persona delega una tarea o la gestión de determinados intereses a otra.
La respuesta a este conflicto es la creación de normas contables, opiniones e interpretaciones.
Tua Pereda (2004, 2006) ha resaltado la importancia de la utilidad de la información como eje para la confección de un cuerpo normativo:
“El cambio supone, en síntesis, una nueva aproximación, creo que en este caso, decisiva, al paradigma de utilidad, es decir, a la concepción que hace girar las normas contables en torno a la elaboración de una información útil para la toma de decisiones … La característica esencial de los marcos conceptuales, en su versión actual y, con ello, del Marco Conceptual de IASB, es su decidida orientación a la satisfacción de las necesidades de los usuarios, insertándose así de lleno en el llamado paradigma de utilidad, es decir, en la visión que adopta para la Contabilidad el propósito de suministrar información útil para la toma de decisiones económicas”.
En este contexto, la inflación supone un impacto en la información que los estados contables deben brindar a los usuarios, y es necesario que los mismos reflejen este efecto de manera apropiada.
La Federación Argentina de Consejos Profesionales de Ciencias Económicas (FACPCE) ha dispuesto diferentes normas contables y de auditoría, en su entendimiento de que resultaría de utilidad para los contadores involucrados en la preparación o auditoría de estados contables.
Algunas entidades y contadores independientes que preparan estados contables han mostrado un mayor grado de facilidad para adecuarse a este nuevo escenario. Sin embargo, en otros casos, se está advirtiendo un mayor grado de dificultades operativas para alcanzar esa adecuación.
Más allá de la manera en la que los preparadores de estados contables se están adaptando operativamente a este nuevo contexto, aparecen dudas en relación con la aplicación de las normas contables y algunas consideraciones sobre la auditoría de los mismos.
El objetivo de este artículo es brindar un resumen de la normativa vigente respecto del tema inflacionario, analizar cómo la misma influye en la información que preparan contadores y auditores, desde una perspectiva práctica.
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